Roma (I)

Hace ya tres años viví una de las experiencias más bonitas de mi vida, realizar las prácticas en un estudio de arquitectura en ROMA, ciudad de la que sigo loca y perdidamente enamorada.
Me encantaba perderme por esta increíble ciudad porque en cada nueva esquina encontraba cosas nuevas.
Una de mis manías fue bajarme del bus dos paradas antes de la mía para poder pasear todas las mañanas por  y volver andando a casa, unos días por Campo di Fiori otra vez y otros por el río, pasando por Trastevere y subiendo a un mirador que tenía unas vistas de Roma que te dejaban sin aliento.

Y si, pasaba dos veces por Campo di Fiori porque por las mañanas es un mercado donde venden todo tipo de frutas, verduras y algún que otro souvenir, y como su nombre indica, flores, mientras que por la tarde-noche, se transforma, todos los bares abren sus terrazas, la luz es tenue y se oyen esas melodías de fondo en las que te apetece coger a tu pareja y ponerte a bailar acarameladamente! 

Otra de las rutinas diarias era comer en la Piazza Navonna, una de mis plazas favoritas y pasear por todas las callejuelas entorno al Corso Vittorio Emmanuelle II.

Y qué decir de la pasta y las pizzas? mmmmm! Cómo lo echo de menos! Mi restaurante favorito para comer pasta era La Danessina, una hostaria donde hacían unos penne all'amatricciana.... y como no, el Baffetto, la mejor pizzería en la que he comido durante los 6 meses.  A todo esto había que sumarle los helados artesanales gigantes.

De Roma podría contaros millones de cosas, de lugares y de maravillas, así que si es uno de vuestros destinos programados y queréis que os aconseje no dudéis en preguntarme!













Imágenes: En tres líneas

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