Holidays in Pavia (II). Le Corbusier

Como ya vistéis en el post Holidays in Pavia (I), estuve pasando unos días en esta encantadora ciudad, y una de las mejores visitas fue la de la Certosa di Pavia, conocido también como monasterio cartujo, lugar donde Le Corbusier se hospedó y le sirvió de inspiración para su gran obra, el Convento de le Tourette.


Para llegar a ella, se realiza un recorrido por un sendero que tiene como lienzo una explanada verde, tranquilizadora, que te evade.





Después de una larga espera, tuvimos la suerte de dar con un monje que nos enseñó la estancia en la que reflexionó el gran maestro de la arquitectura, y estaba formada por una estancia para dormir, otra estancia a modo de salón, un claustro que servía de patio, el cual daba acceso al baño.  Había una puertecita en el exterior, sobre la que se depositaba la comida, ya que eran pocas las veces que salían de ahí.

El monje nos explicó, tal y como ya conocíamos, que Le Corbusier se inspiró en el silencio, el trabajo, y la meditación, por lo que en el Convento de la Tourette (1957), diseñó unas celdas para los monjes que iban de lo material, como es el baño, hasta lo espiritual, que era una terraza donde podían rezar y meditar, combinándolo con su concepto de "unidad habitacional".


Estamos ya en su época brutalista, y emplea todas y cada una de las posibles técnicas del hormigón, dejando algunas de las instalaciones vistas.

Aparecen también elementos de color en el claustro, que lo entiende como elemento de circulación, ubicando en la primera planta los espacios comunes como la iglesia, la biblioteca, el refectorio, y en la parte alta, las celdas de los monjes.











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